En 2018, la Comisión Europea definió nuevos objetivos de reciclaje para todos los materiales de envasado, aplicables para 2025 y 2030. Ahora, estos objetivos han vuelto a
revisarse en la nueva propuesta de Reglamento sobre envases y residuos de envases, publicada en noviembre de 2022.
Del mismo modo, en 2018 se propuso una nueva metodología de medición: el cálculo del volumen reciclado se basaría en las toneladas aceptadas a la entrada de los procesos de reciclaje, no en las toneladas de material recogido o clasificado.
Esta nueva metodología debía aplicarse a los datos publicados a partir de 2020. Por tanto, es de esperar que las tasas de reciclaje de 2023, que recogen datos de hasta 2020 como muy tarde, sean ligeramente diferentes para todos los materiales, incluido el acero.
Aunque se haga una recogida selectiva, parte de los envases que se recogen no se pueden reciclar por distintas razones: porque tienen demasiados restos de alimentos u otros contaminantes, porque están demasiado húmedos o, en el caso de los briks multicapa, porque no es posible separar los distintos materiales que los componen.
En las tasas de reciclaje de este año solo se puede contar lo que efectivamente entra en los procesos de reciclaje, y es probable que eso tenga una influencia notable en algunos materiales.
En lo que respecta al acero, debido a sus propiedades magnéticas resulta fácil y económico de recoger, clasificar y reciclar; por ello, confiamos en que seguirá liderando las tasas de reciclaje de envases en toda Europa.
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