El pasado 30 de noviembre de 2022, la Comisión Europea publicó su esperada propuesta de revisión de la Directiva de envases y residuos de envases (2018/852/UE).
El instrumento jurídico de esta revisión será un Reglamento, lo que significa que será automáticamente vinculante para todos los Estados miembros en cuanto se publique en el Diario Oficial. Este Reglamento sobre envases y residuos de envases será examinado ahora por el Parlamento Europeo y el Consejo, que sin duda tendrán mucho que debatir, a juzgar por las reacciones de la industria hasta el momento.
En APEAL, estamos satisfechos con el planteamiento general y apoyamos la introducción de la futura “calificación de reciclabilidad” basada en los criterios de reciclabilidad que se tienen en cuenta en el diseño de un producto. También nos gusta que esta calificación sirva para ecomodular las tasas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP). Según este planteamiento, que tomará forma en el derecho derivado, se asignará a los envases una calificación en función de su reciclabilidad, que iría de la A a la E, donde la A corresponde a los envases de mayor reciclabilidad y la E serían los peores. Los formatos de envase con calificación E tendrían que retirarse progresivamente en un plazo determinado. Los envases más reciclables se beneficiarían de unas tasas RAP más reducidas.
No obstante, nos habría gustado ver más ambición en lo que respecta a la reciclabilidad de los materiales de envasado, en línea con el objetivo de la Comisión de que todos los envases que se utilicen en la UE sean reutilizables o reciclables de una forma económicamente viable para 2030. De hecho, eso es lo que se estipula en el Pacto Verde y el Plan de acción para la economía circular (PAEC) 2.0.
Para 2030, no solo deben diseñarse envases que sean reciclables; también deben reciclarse de forma eficaz y eficiente a gran escala. Y “reciclar a gran escala” significa recogerlos, clasificarlos y reciclarlos mediante infraestructuras y procesos de última generación operativos. Por otro lado, deberían introducirse unos criterios mínimos de reciclabilidad que deben cumplir todos los envases que se comercializan, para que haya unas condiciones de competencia equitativas.
En APEAL pensamos que no todo el reciclaje contribuye en la misma medida a la economía circular. Los materiales permanentes, como el acero, que pueden reciclarse indefinidamente, deben privilegiarse sobre otros materiales que solo pueden reciclarse un número limitado de veces o que no son reciclables en absoluto.